Como tantas otras familias mexicanas, la familia Martínez vive junta en una casa de dos pisos con un amplio patio al frente. Aquí es donde exhiben con orgullo su trabajo cuando los visitas. Uno a uno, traen bandejas y tazones de todas las formas y tamaños, pero con una cosa en común: todos están decorados al estilo punteado (puntos diminutos).

Esta familia se encuentra entre las aproximadamente 500 familias que se dedican a la alfarería en el pueblo de Capula, Michoacán. Rodolfo aprendió el oficio de su padre, lo que la convierte en la tercera generación de artistas del punteado . El trabajo con arcilla se remonta a mucho antes, pero el punteado (una delicada técnica puntillista) solo existe desde hace unos 45 años.

La arcilla que utilizan se recolecta localmente en las colinas. Luego se pulveriza, se le añade agua y se deja madurar hasta que esté lista para su uso; una bandeja puede tardar dos meses en completarse.

Toda la cerámica de Rodolfo no contiene plomo y se puede usar a diario, incluso en el microondas. Los platos, fuentes, vajillas y cazuelas sin plomo son exquisitos a la distancia, pero al acercarse y ver que los diseños están creados por miles de pequeños puntos, la precisión de su trabajo es asombrosa.

Los artistas que intentan seguir usando los diseños y métodos tradicionales se enfrentan a dificultades cuando se comparan sus precios con los de productos fabricados a máquina en China. ¡La obra de Rodolfo es arte popular mexicano en su máxima expresión!

Calle Juan Aldama 240

Capula, Michoacán

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Rodolfo: 443 195 8271