Rigoberto comenzó desde niño realizando algunas tareas en el taller familiar
y jugando con arcilla. Posteriormente, comenzó a ayudar a sus padres con otras actividades como moler arcilla y cocer. Estudió arquitectura y diseño en la escuela, lo que le ha llevado a intentar aplicar diferentes diseños a su trabajo. Aunque existen otras técnicas cerámicas por las que Tonalá es bien conocido, el barro negro esgrafiado es el método elegido por Rigoberto.

El barro negro esgrafiado implica tallar diseños intrincados en la arcilla antes de cocer la pieza. La arcilla utilizada en la creación de esta técnica no es negra en sí misma, el negro es un efecto que se consigue tras la cocción cuando la pieza se saca del horno caliente y se coloca en un lecho de hojas de eucalipto, cuya combustión ennegrece la pieza. .

Esta técnica de arcilla comienza mezclando arcilla blanca y negra. Se utiliza un molde para crear la forma básica de la pieza, luego se alisa y se aplica un engobe de color; un engobe es una arcilla líquida que se utiliza principalmente para cepillar o rociar sobre vajillas verdes y vasijas cocidas con bisque para dar un acabado de alta calidad. o simplemente utilizado para decorar.

A continuación, la pieza se decora tallándola (esgrafiando) cuidadosamente a mano utilizando un puntillo metálico para capturar los diseños. Para rematar la pieza se pule con una piedra lisa, este proceso se conoce como bruñido, luego se cuece en el horno casero.

Otros miembros de la familia de Rigoberto también reconocidos por trabajar en barro negro esgrafiado son Pablo Mateos Ortega y Eusebio Mateos Ortega. Es la sexta generación de su familia que trabaja con arcilla. Su familia trabaja junta para producir piezas de cerámica variadas y únicas; cada uno tiene tareas diferentes, pero a veces hacen el trabajo de los demás. Rigoberto atribuye a su trabajo la mejora de su calidad de vida.

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