Lucina Chávez Mayor es de una comunidad mixteca en Oaxaca. El tejido de palma es una artesanía auténticamente mexicana, con tradiciones ancestrales que se transmiten de generación en generación. El tejido de palma es una de las principales fuentes de ingresos en San Jerónimo Sosola, Oaxaca, donde vive y trabaja Lucina.

Sus padres, Inés Mayoral y Pablo Chávez, artesanos de nacimiento, le enseñaron esta hermosa forma de arte cuando era solo una niña y se ha convertido en una parte importante de la vida de Lucina: poder presentar y enseñar su arte. dentro de su comunidad satisface su deseo de mantener viva esta forma de arte y sus tradiciones.

Todo comienza con la recolección de hojas de palma. Para ello, tejedores de la comunidad se adentran en la selva y, con una hoz especial para este fin, cortan las hojas verdes y tiernas de palma que aún no se han esparcido. Esas hojas son las únicas que conservan la flexibilidad necesaria para tejer. Después de cortar las hojas, las recogen y las transportan, a lomos de un burro, de vuelta a la comunidad.

Cada hoja de palma se corta en rodajas y se deja secar al aire libre para blanquearlas. Dependiendo del grado de “blancura” deseado, este proceso dura entre 8 y 10 días. Una cosa para recordar es que las hojas ahora están secas, lo que significa que también son duras y si el tejedor intentara trenzarlas, se romperían. Las hojas se manipulan para obtener una textura suave escaldándolas en agua hirviendo. Después de hacer esto, se dejan secar durante un día y luego las hojas son lo suficientemente elásticas para comenzar a tejer.

Lucina no sabe exactamente cuántas generaciones de su familia han transmitido este conocimiento, sin embargo, el tejido de palma tiene documentado desde la época prehispánica. Trabaja con sus hermanas y su hermano, un sobrino y algunos de los niños, algunos tejen y otros están involucrados en la venta del trabajo.

Independencia S/N 

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San Jerónimo Sosola, Oaxaca

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