Cerámica

Diana Guadalupe Alejos Blas, San José de Gracia, Michoacán

Diana Alejos Blas: Guardiana de la Llama Glaseada

En el pequeño pueblo de San José de Gracia, donde el olor de los hornos de leña flota en el aire y el polvo de arcilla se instala en cada rincón, la tradición no es una reliquia: está viva en manos de artistas como Diana Alejos Blas.

Nacida en el seno de una familia profundamente arraigada en la famosa alfarería vidriada de Michoacán, Diana ha dedicado más de dos décadas a moldear no solo arcilla: moldea la memoria cultural. Su especialidad es la creación de piñas de barro vidriado, esculturas de cerámica con gran detalle en forma de piña que simbolizan la abundancia, la hospitalidad y el alma artística de su comunidad.
San José de Gracia, ubicado en el municipio de Tangancícuaro, se ha convertido en un epicentro cultural de este estilo de cerámica. El pueblo es reconocido internacionalmente por su cerámica ornamental, gracias en gran parte al trabajo de familias como los Alejo, quienes han mantenido viva la tradición durante generaciones.
Diana es una orgullosa portadora de este linaje. Siendo hija única, aprendió el oficio directamente de su padre, Emilio Alejos Madrigal, y de su madre, Juana Blas Ángeles, ambos maestros artesanos cuyo trabajo está impregnado de tradición y excelencia creativa. Pero las raíces de su arte son aún más profundas: su abuela, Eliza Madrigal Martínez, fue una de las primeras mujeres de la región en crear piñas, contribuyendo a establecer lo que se convertiría en un estilo distintivo de la cerámica de San José. Antes de la influencia de Eliza, el pueblo no era conocido por la cerámica vidriada ni por las vasijas con forma de fruta, elaboradamente adornadas, que ahora son su sello distintivo.

Esa herencia cobró aún más significado tras la muerte de su padre durante la pandemia de COVID-19. Siendo aún muy joven, Diana se enfrentó a la repentina responsabilidad de apoyar a su madre y preservar la tradición familiar. Al ver cerradas muchas oportunidades en su ciudad natal, comenzó a viajar por todo el estado en busca de nuevos clientes y mercados, y finalmente lanzó la venta en línea de su cerámica. En el proceso, tuvo que suspender sus estudios formales. Fue una época de dificultades y resiliencia, hasta que conoció a su esposo, quien desde entonces se ha convertido en su compañero creativo y un apoyo incondicional. Juntos, han crecido como artesanos, introduciendo nuevas innovaciones y honrando los cimientos establecidos por generaciones pasadas.

Las creaciones de Diana son un testimonio de esta herencia. Cada pieza comienza con arcilla cruda, cuidadosamente preparada y moldeada a mano. El proceso es laborioso: enrollar, tallar, secar y hornear.
A más de 900 °C, antes de que un esmaltado final le dé a cada escultura su brillo característico. El resultado es una armonía deslumbrante de tradición, destreza y expresión artística.
Su trabajo le ha valido a ella y a su familia un amplio reconocimiento. Han recibido los máximos honores en concursos artesanales en Pátzcuaro, Tlaquepaque, Uruapan y Morelia, entre otros lugares. Estos premios reflejan no solo el talento individual, sino la fuerza de un oficio comunitario transmitido por generaciones.

Más allá de las exposiciones, Diana es educadora y embajadora cultural. Su taller es un espacio de aprendizaje, donde familiares más jóvenes y miembros de la comunidad continúan absorbiendo los valores, las técnicas y la visión que definen la identidad artesanal de Michoacán.
Poseer una pieza de Diana Alejos Blas es tener una historia en tus manos: una historia de familia, resiliencia y la belleza imperecedera de la tradición. Su arte es más que una simple decoración. Es un legado hecho visible, moldeado por manos que llevan la sabiduría de siglos y el fuego del presente.

Feria Maestros del Arte 2025

INFORMACIÓN DEL ARTISTA

Emiliano Zapata, Tangancicuaro, Michoacán 59775

cel 351 102 2146 tel 351 278 2244 alejasdianaguadalupe@gmail.com

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