Bertha Servín Barriga es conocida como uno de los Tesoros Vivos de Michoacán ( Living Treasures of Michoacán , 1.ª edición, 2015, pp. 76-83). Mientras participaba en el Mercado Internacional de Arte Popular de Santa Fe, el gobernador de Nuevo México se maravilló con el hermoso vestido que llevaba Bertha y solicitó que el estado se lo regalara a Michelle Obama. Bertha fue incluida entre los artistas del primer año en la Feria de Chapala, y ahora está de regreso representando el trabajo de su cooperativa de bordados Vasco de Quiroga.

Nació en 1956 en el pequeño pueblo rural de Santa Cruz, Michoacán, uno de los pueblos de la región del Lago de Pátzcuaro reconocido principalmente por un tipo de trabajo artesanal; Santa Cruz es famosa por sus bordados detallados. Bertha no puede recordar cuándo no estaba estudiando el oficio, comenzando con nudos simples, luego punto de cruz y eventualmente pasando al bordado fino, detallado y de puro algodón por el que es reconocida.

La lengua materna de Bertha, la lengua de los indígenas del imperio purépecha que gobernaron gran parte de Michoacán en el periodo precolombino, no tiene escritura. En cambio, tiene una rica historia de registro del pasado de forma oral y a través de sus artes. Cuando los españoles conquistaron la zona, el pueblo purépecha logró conservar muchas de sus antiguas costumbres, que se entrelazaron con el catolicismo de los españoles, cuyo resultado ha dado lugar a un rico tapiz de folclore y prácticas culturales. Estos son los temas que Bertha consideró cuando era joven y que finalmente transformaron el arte de los bordadores de Santa Cruz. Su trabajo incluye detalles de bodas, el Día de Muertos, la Pascua, el Corpus Christi y la Danza de los Viejos, pero también narra la vida cotidiana en los pueblos rurales purépechas: mujeres lavando ropa y haciendo tortillas y hombres cosechando maíz y cuidando animales.

Ahora Bertha está transmitiendo la aguja de bordar a las generaciones futuras al impartir clases semanales para los niños del pueblo, incluidas sus nietas (las hijas de Bertha ahora son bordadoras consumadas por derecho propio). Sin embargo, la mayor parte de la semana se puede encontrar a Bertha bordando y vendiendo el trabajo de la cooperativa en el histórico colectivo de artistas Casa de los Once Patios en Pátzcuaro.

INFORMACIÓN DEL ARTISTA:

Bertha Servín Barriga – Bordado Santa Cruz

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