México abarca una mezcla diversa de países, ascendencias, grupos étnicos y razas. Muchos de los grupos más pobres de México son comunidades indígenas rurales que a menudo no hablan español. Estos agricultores marginados dependen en gran medida de la agricultura como medio de subsistencia y, cuando eso falla, cualquier ingreso que puedan obtener proviene de la venta de árboles cortados como leña. La tala desenfrenada de árboles ha dejado laderas enteras desoladas y estériles. La erosión posterior y la pérdida de fertilidad del suelo han arraigado aún más a los agricultores en un círculo vicioso de pobreza y deforestación.

Oaxaca es una zona rica en historia cultural, con más lenguas indígenas que cualquier otro estado mexicano. Pero Oaxaca también tiene la mayor tasa de emigración de todo México, y un vasto 76,9% de la población sufre desnutrición. Trabajando en colaboración con 58 comunidades mixtecas, una organización, Planta con Propósito, un programa integrado de Oaxaca, utiliza una variedad de actividades ambientalmente sostenibles y generadoras de ingresos para capacitar a los agricultores para que trabajen con la tierra y no en contra de ella.

Un proyecto innovador y exitoso es la capacitación artesanal, como la fabricación de cestas de agujas de pino que complementan sus ingresos y mantienen a sus familias.

El Oro Nuxaá Nochistlán, Oaxaca

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