Cerca de Guadalajara en el estado de Jalisco, se encuentra el pueblo de Tonalá. Miles de visitantes vienen a Tonalá para comprar todo tipo de artesanías hechas en México, muchas de ellas como souvenirs que los turistas se llevan a casa. Muy pocos se dan cuenta de que están visitando un pueblo donde vive un hombre famoso en el mundo de la alfarería, Salvador Vázquez Carmona, un auténtico maestro de la cerámica bruñida. En cientos de viajes de compras a Tonalá, nunca me di cuenta de que este increíble artista folklórico vivía aquí porque su obra no se encuentra en las tiendas locales. Debes ir a su casa para encontrar su trabajo.

Salvador es un auténtico maestro en las técnicas de bruñido de la cerámica y elaboración de tintes naturales. Es reconocido como el "mejor" artesano de Tonalá, incluso entre sus pares. Cuando hablas con alfareros más jóvenes, dicen su nombre con reverencia. Sus elegantes diseños y formas tradicionales de cerámica son legendarias.

A los seis años, Salvador ya aprendía de su madre técnicas de alisado, pintura y cocción del barro. Posteriormente estudió con Jorge Wilmot (otra leyenda en el mundo de la alfarería), donde trabajó durante 20 años. Aquí comenzó a desarrollar su visión, a definir su propio "estilo" y a desarrollar los colores por los que se ha hecho conocido en todo el mundo.

Salvador ha transmitido su amor por el barro a sus hijos. Trabajan en la parte trasera de su casa creando piezas de arte que se originan en la imaginación de este hombre creativo o en piezas de cerámica prehispánica. Puede decorar con soles, lunas, flores, follaje denso o motivos mexicanos. Sus piezas más distintivas llevan los diseños de danzantes y palomas de Tastoán. Su obra se puede encontrar en museos y colecciones de todo el mundo.

¿De dónde saca su arcilla? Cerca de Tonalá se encuentran depósitos de arcilla negra, blanca y roja con distintas proporciones de sílice. Paga una tarifa para extraer grandes trozos de arcilla de esta zona. Una vez en casa, los trozos se rompen, se muelen hasta convertirlos en polvo y luego se tamizan para eliminar las impurezas. Luego se añade agua y la arcilla comienza a "fermentar" cubierta con plástico y reposando durante varios meses.

Algunas de las piezas de Salvador se realizarán en moldes, otras completamente a mano. Se alisa con piedras después del secado y se aplica una capa de pigmento para sellar los poros de la arcilla y proporcionar un color de fondo. Las pinturas se elaboran mezclando arcillas y añadiendo pigmentos de tierra.

Después de que la barbotina se haya secado y las pinturas estén mezcladas, la decoración (palmeado) está lista para comenzar. Con un conjunto de pinceles, algunos de ellos de pelo de animal, comienza a pintar con gran destreza los diseños que tanto le caracterizan. El bruñido final puede llevar mucho tiempo ya que los colores deben quedar bien fijados en la olla para que no se desvanezcan durante la cocción.

Salvador ha ganado premios en todo el mundo. ¡Su trabajo es arte popular mexicano en su máxima expresión! Es artista destacado en el libro “Grandes Maestros del Arte Popular Mexicano”.

López Cotilla 328

Tonalá, Jalisco

333 683 2896

@salvadorvazquezcarmona