Pedro Ramos Morales, San Juan Evangelista, Jalisco
Pedro Ramos Morales ha trabajado durante más de 50 años con uno de los medios de arte popular más prolíficos de México: el barro . También es veterinario y trabaja con cerámica en su tiempo libre.
Una de las especialidades de Pedro, es una cerámica negra llamada technico plumbate. Antiguamente caminaba hasta los cerros de San Juan Evangelista, Jalisco, recogía la arcilla de las montañas aledañas, la llevaba a casa, la pulverizaba y luego la tamizaba, todo a mano. Sin embargo, este barro no ofrece la pureza que requiere para su trabajo por lo que hoy compra barro en Tonalá, en las afueras de Guadalajara, al igual que muchos otros ceramistas.
Su tío, el reconocido Sixto Ibarra, fundador de este proceso de arcilla, fue su mentor y maestro. Sixto es el padre de Martín Ibarra, otro conocido ceramista de San Juan Evangelista.
Todas las piezas de Pedro están hechas a mano, no utiliza moldes, algo inusual y difícil de encontrar en cerámica de este tipo. Las piezas se cuecen según el método milenario en un horno de adobe y ladrillos con madera de mezquite . La madera es muy importante ya que debe poder alcanzar el calor correcto en el horno y diferentes maderas harán que la arcilla tenga diferentes colores; el mezquite es perfecto.
Una vez esculpida una pieza, se cuece durante dos horas. Sus herramientas son rústicas: viejos trozos de metal, sierras, un clavo, lápices o bolígrafos. Si desea lograr el efecto de plomada , después de la cocción mantendrá la olla sobre las llamas insertando una varilla de metal dentro de la olla. Este es un proceso muy tóxico porque está muy cerca del fuego. Se necesitan unos 15 minutos para conseguir el acabado totalmente negro.
Las vasijas y figuras de Pedro vienen en variados colores; todos son pigmentos naturales de la tierra. Está decidido a continuar y transmitir su trabajo a sus cuatro hijos. En excavaciones arqueológicas cerca de Chapala se ha desenterrado cerámica muy parecida a la que produce Pedro. Para él es importante que esta parte de la historia de su país siga perdurando. Su trabajo es un asunto familiar, en el que los cuatro niños ayudan a pulir (frotar la olla con piezas viejas de metal para darle brillo), formar o simplemente practicar y perfeccionar sus propios diseños.
Otra razón por la que Pedro disfruta de su trabajo en cerámica es que ocasionalmente le permite viajar. Ha mostrado su trabajo en Portland, Oregon, Long Beach, California y Kent, Washington. En 1995 recibió el premio Artista Distinguido del estado de Jalisco por parte del Instituto de la Artensania.
San Juan Evangelista, Jalisco
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