Como mucha gente, cuando ves una olla de piña hecha por Neftalí Ayungua Suárez, quizás te preguntes: "¿Cómo hace eso?". La textura escamosa simula perfectamente la superficie de una piña, lo que hace famosa a esta cerámica tanto en México como en el resto del mundo. Todos quedan impresionados por su delicadeza y la inconmensurable cantidad de trabajo que requiere su creación. Neftalí es una verdadera leyenda del arte popular mexicano y aparece como artista en el hermoso libro "Grandes maestros del arte popular mexicano" .

Neftalí aprendió el oficio de su esposa, Ana María Cuevas, y su hijo, (José Neftali) Tali, ahora sigue sus pasos. Realizan macetas en verde oscuro con elementos decorativos en verde claro y blanco, además de rojo bruñido, con los detalles en negro, rojo y blanco. Neftalí padre es famoso por sus monumentales torres de cazuelas, una dentro de la otra, de las que cuelga diminutas tazas y cucharones. Neftalí ha participado en más de 79 concursos y se ha llevado un importante número de premios especiales y menciones honoríficas.

Tali utiliza arcilla, moldes de barro cocido y yeso que él mismo fabrica, un horno de ladrillos abierto, diversas herramientas de bruñido como piedras lisas y trozos de tela o cuero, y una brea para vidriar con óxidos que contienen plomo y cobre. La arcilla (que parece más bien rocas) se extrae de minas cercanas, trabajo que debe realizarse antes de la temporada de lluvias ya que algunas de las minas son muy profundas. El material se transporta a lomos de mulas o burros. En casa, extiende la arcilla en su patio, la rompe con palas y luego la muele hasta convertirla en polvo con un molino manual. Después de tamizarlo bien, mezcla el polvo con un poco de agua y luego cubre el material con plástico para protegerlo del aire. Posteriormente, saca lo necesario para la pieza que trabajará, vuelve a mojar la arcilla para hacerla más maleable y luego comienza el proceso de moldeado.

Con la olla ya lista, una a una comienza a agregar pacientemente las "escamas" que forman la "piel" de sus piñas, cubriendo el objeto por completo, con simetría y armonía. Ahora la piña está lista para su primera cocción. Luego se deja enfriar dentro del horno antes de comenzar el proceso de vidriado utilizando una preparación llamada greta . Si las "escamas" son bastante pequeñas, utiliza pinceles para cubrirlas por completo.

La segunda cocción es más delicada porque si las piezas se tocan se arruinarían. Como tales, están separados por ladrillos, cerámica rota o lo que tenga a mano. La temperatura para esta cocción es de unos 900 grados centígrados.

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