Hijo del reconocido Apolinar Hernández Balcázar, Javier Hernández Flores continúa la tradición iniciada por su padre de la cestería. Cuando llega el momento de empezar a trabajar, Javier elige un lugar fresco para sentarse. Sabe que en la cestería sus manos deben dialogar permanentemente con los tallos de la salsa, el sabino, el romerillo, el chocolatero o el tlatixtlacote .

Todo comienza con la separación del material en manojos de longitud y grosor similares. O compra el material o recoge lo que necesita en el campo. El primer paso es ponerlos a remojar bien en agua para que queden más flexibles y sean más fáciles de trabajar en el tejido.

Javier teje con las manos, pero dependiendo de la pieza también puede utilizar los pies. A medida que la pieza va tomando forma, suele apoyar la obra sobre sus piernas.

Los principales elementos que teje son la pared, el borde y el centro. Es en los dos primeros de estos elementos donde se puede observar la habilidad y creatividad del artesano.

Para crear diversos motivos en las cestas, se pueden utilizar muchas combinaciones de materiales y tejidos. De esta manera, el artista demuestra su dominio de la técnica y su conocimiento de las materias primas que elige para hacer especiales sus piezas. Los motivos decorativos pueden ser diagonales, cruzados, geométricos, triangulares, cuadrados o en zigzag, entre otros.

En la cestería se presta más atención a la superficie exterior visible, que contiene la decoración. Los defectos del material y los nudos quedan ocultos en el interior de la cesta.

A veces Javier combina materiales que contienen corteza para agregar un hermoso contraste de colores y texturas. Otras veces crea ornamentaciones con otros diseños tejidos por separado y unidos a las piezas terminadas ya sea mediante costura, como con trenzas, o entretejidos.

Javier, residente de San Martín Coapaxton, Tenancingo, en el estado de México, aprendió su oficio de su padre, quien aprendió de su padre; el oficio ha pertenecido a su familia durante generaciones. Apolinar, el padre de Javier, ha montado un taller en el patio de su casa. Toda la familia participa en la producción.

Las piezas se venden generalmente en mercados de todo el estado o desde su casa a clientes o intermediarios.

Ignacio Allende S/N

San Martín Coapaxtongo

Tenancingo, México

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