Trabajando en la tradición de su madre, Teodora Blanco Núñez, Irma es conocida por sus "muñecas" (figuras femeninas), pero también crea altares, ángeles, vírgenes, nacimientos (belenes) y sirenas.

Irma comenzó a trabajar el barro a los seis años sentada al lado de su madre. Cuando era niña sólo hacía objetos pequeños. Hoy algunas de sus piezas son "gigantescas".

Su técnica al crear sus muñecas (figuras femeninas) es comenzar con la camiseta que le sirve de base. Después de secar durante tres o cuatro horas, le da la vuelta a la pieza y comienza a agregar el torso, los brazos y la cabeza. Su hijo y seis hijas la ayudan en este proceso. Finalmente, se añade decoración y tallado en "pastillaje" : flores, diseños que se colocan sobre la pieza más grande.

Las figuras más grandes de Irma tardan aproximadamente 8 días en completarse y luego 15 días adicionales en secarse y tres horas en el horno. Su trabajo es casi exclusivamente en colores naturales de terracota, aunque realiza pedidos especiales bajo pedido.

Irma espera que su familia continúe con la tradición familiar y de hecho, en un concurso (muestra de arte con jueces) en la Ciudad de México, madre e hija obtuvieron el primer y segundo premio respectivamente.

Irma, como muchos otros artesanos populares, vende su trabajo desde su casa y una cooperativa (mercado de cerámica) en Atzompa, Oaxaca. El turismo del que dependen los artistas oaxaqueños para su sustento ha estado en peligro durante el último año y medio debido a los disturbios civiles y las prohibiciones de viaje que han mantenido alejados a los turistas. Se espera que llevar a Irma a la Feria Maestros del Arte junto con otros artistas populares de Oaxaca abra los ojos de los asistentes a la Feria sobre el hecho de que Oaxaca es una vez más un lugar seguro para viajar y buscar el arte por el que Oaxaca se ha hecho famoso.

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Santa María Atzompa, Oaxaca

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