El maestro oaxaqueño Félix Bautista Martínez se especializa en la creación de cruces de Yalalag. Utilizando una técnica complicada, aplica delicados motivos a las hermosas piezas.

La tradicional cruz de Yalalag se originó en Salamanca, España y fue traída a México por los frailes durante el período colonial. Con el tiempo, los plateros indígenas oaxaqueños adaptaron el diseño e incorporaron sus propios estilos y elementos personales.

Originario de San Pablo Villa de Mitla, Félix aprendió su oficio desde muy joven de la mano de un platero de Taxco, Guerrero. En 1981 regresa a vivir a la ciudad de Oaxaca.

La cruz de Yalalag se hizo por primera vez en Yalalag, Oaxaca, en lo alto de las montañas al este de la ciudad de Oaxaca. Hay muchas variaciones del diseño básico de la cruz. Muy a menudo el centro es un corazón alado. Las granadas y los pájaros son los diseños favoritos. El diseño del gallo simboliza el canto del gallo ante la negación de Cristo por parte de Pedro. El corazón alado en el centro del collar simboliza el alma ascendiendo al cielo. Felix también hace collares a mano, cada anillo unido con amor para formar el compañero perfecto para sostener una cruz.

Las mujeres Yalalg llevan sus cruces en hilos de cuentas de azabache, coral, semillas pulidas o las muy raras cuentas antiguas del comercio. Se dice que la cruz se hizo en Yalalag desde el siglo XVI.

Actualmente, artesanos como Félix están sintiendo la presión del exterior, donde gran parte de la joyería que se vende en Oaxaca proviene de China. Para preservar este arte, se debe asignar valor a la artesanía y al tiempo requerido para la producción de joyas de este estilo.

Félix aparece en la biblia del coleccionista de arte popular, "Grandes Maestros del Arte Popular Oaxaqueño", publicada por Fomento Cultural Banamex.

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