Esperanza Hernández Díaz y Albertina Gómez Pérez, Amatenango del Valle, Chiapas
El pueblo de Amatenango del Valle, Chiapas es una comunidad de habla maya tzeltal ubicada en la Carretera Panamericana cerca de San Cristóbal de Las Casas. Amatenango es conocida como “La capital de la alfarería de Chiapas”, donde las artesanas locales exhiben y venden sus obras bajo arcos cubiertos a lo largo del costado de la carretera a los automovilistas que pasan o desde sus casas/talleres en el pueblo por comisión y por pedido específico. Las habilidades necesarias para producir la cerámica única de Amatenango históricamente se han transmitido de madre a hija a lo largo de generaciones.
Esperanza aprendió a hacer cerámica a una edad temprana como todas las demás mujeres del pueblo. Cuando se casó a los 17 años se mudó con la familia de su marido y empezó a trabajar con su cuñada Albertina, Gómez Pérez.
Albertina hacía todos los animales y vasijas que hacían otros en el pueblo pero también hacía gallinas rústicas que eran diferentes y se hicieron preciadas. Ganó premios por sus gallinas y hasta ahora nadie los ha duplicado.
Albertina es una mujer soltera a la que no le gusta viajar. Le enseñó a Esperanza cómo hacer sus gallinas, iguanas y lechones. Esperanza está haciendo gallinas con el pico abierto a diferencia de las gallinas de Albertina que tienen el pico cerrado. Albertina y Esperanza también hacen iguanas, cerdos, armadillos y otros animales al mismo estilo que las gallinas y Esperanza es particularmente buena haciendo pavos.
Los animales están decorados con pintura negra y roja sobre el fondo de color arcilla natural. Al principio se hicieron para ser alcancías, pero ahora también se fabrican por su valor decorativo.
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Amatenango del Valle, Chiapas
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