Celerino C. Vázquez vive en el estado de Hidalgo, donde se dedica a incrustar conchas de abulón en creaciones de madera en miniatura y de mayor tamaño, como guitarras, pianos y arpas. Cada artículo en miniatura viene en su propia caja hecha a mano llamada copa con tapa deslizante. .

Todos los vecinos del pueblo donde vive Celerino, trabajan con concha. Heredó el oficio de la incrustación de su padre, un oficio que prácticamente ha desaparecido en México. La concha de abulón había sido un material preciado desde los toltecas en todas las tradiciones mesoamericanas de artefactos. Spratling combinó la concha de abulón con el palo de rosa y el ébano en algunas de sus grandes obras de joyería.

Se necesitan años para aprender a desbloquear los secretos de la madera y la concha. Este arte popular mexicano abarca gran belleza, calidad, habilidad y es una de las artesanías mexicanas más finas y delicadas. El enebro es la madera elegida para las creaciones de Celerino. Sus herramientas incluyen la brújula, taladros, cuchillos, diferentes tipos de limas, sierras, ruedas de esmeril, sierras de joyero, alicates para madera, troqueles, tornillo de banco, taladro manual, sierra eléctrica, torno eléctrico, papel de lija y pequeños punzones.

La decisión sobre la decoración o incrustación (incrustado/embutido) adecuada del abulón es una parte importante del proceso. Antes de recortar las estructuras del caparazón, es necesario prepararlo. Con una muela de esmeril y otros implementos limpia y alisa la superficie, desgastando la cáscara hasta conseguir el espesor deseado. A continuación, inspecciona minuciosamente el material para asegurarse de que esté liso, compacto y sin grumos, agujeros o poros que lo inutilicen.

Luego, corta la cáscara en tiras de diferentes anchos que van desde 0,8 cm hasta 2 cm. Trabajando sobre piezas de madera adosadas a su mesa, recorta los pequeños motivos decorativos de estas tiras, siguiendo los patrones que ha trazado en ellas con un compás o un lápiz. Mientras corta, sujeta la cáscara en su lugar con unas pinzas de madera.

A la superficie de la madera donde se colocará la incrustación se le aplica una capa de polivinilo que sirve como adhesivo. Con unas pinzas diminutas, coloca la concha sobre la madera. Cuando el adhesivo fragua, cubre el objeto con una pasta hecha de agua y hueso quemado que, al entrar en contacto con el polivinilo, forma una capa espesa. Cuando la pasta se ha secado, pulió la pieza con papel de lija y esmeril hasta dejar al descubierto la incrustación. El objeto está acabado, madera y concha unidas.

AV. Luis Chávez Orozco #323

El Nith, Ixmiquilpan, Hidalgo

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