Carlos Derramadero Vega nació en 1934 en Apaseo el Grande, que se encuentra al oeste de Celaya, Guanajuato más bien conocido por las tradicionales muñecas de cartón (conocidas como Lupitas) que se hacen allí. Carlos ahora vive y trabaja en Celaya, donde ejerce su oficio de hacer muñecas y objetos juguetes de papel maché.

Las muñecas Lupita, también conocidas como muñecas de cartonería, son juguetes fabricados con un tipo de cartón muy duro que se originó hace unos 200 años en el centro de México. Fueron creadas originalmente como sustituto de las muñecas de porcelana mucho más caras y mantuvieron su popularidad hasta la segunda década del siglo XX. Hoy en día las muñecas se elaboran como piezas de colección únicamente en determinados talleres artesanales de la ciudad de Celaya.

La Lupita era elaborada principalmente por gente pobre, junto con otro tipo de muñecas hechas de paja, madera y trapos. La técnica del papel maché se llama propiamente cartoneria, obteniendo una superficie muy dura al secarse. Esta técnica se ha utilizado para realizar numerosas artesanías hasta el día de hoy, entre las que destaca la elaboración de alebrijes y figuras de esqueletos para el Día de Muertos. Los muñecos suelen crearse con ayuda de moldes, uno para la cabeza y el torso y otros para los brazos y piernas, con tiras de papel pegadas en capas gruesas. Cuando las cinco piezas del cuerpo están secas, se les hacen agujeros para conectar los brazos y las piernas. Los dos brazos están conectados al cuerpo con un único cable que se extiende desde una parte superior de un brazo, a través del torso, luego hasta la otra parte superior del otro brazo, con los nudos visibles en la parte superior de los brazos. Las piernas se unen de manera similar. Esto permite que los brazos y las piernas se muevan desde los hombros y las caderas.

Varios mitos rodean las muñecas. Una es que si una esposa sentía que su marido la estaba engañando, compraría una de estas muñecas y escribiría el nombre de su supuesto amante, haciéndole saber a su marido que ella ya lo sabía. Otra historia dice que los muñecos fueron utilizados en el pasado para anunciar "casas de citas" en la Ciudad de México. Cada muñeca representaba a una prostituta. Las muñecas estaban expuestas en los escaparates indicando cuáles de las mujeres estaban disponibles.

Desde la segunda mitad del siglo XX las muñecas han perdido popularidad. Las muñecas ya no se fabrican en la Ciudad de México y solo están disponibles a través de ciertos artesanos en Celaya. Desde la década de 1990, el gobierno ha realizado esfuerzos para reactivar este tipo de artesanía.

Carlos aprendió su oficio de su abuela hace tres generaciones. Ha transmitido sus conocimientos a sus hijos que trabajan con él durante todo el laborioso proceso. Sus diseños son sólo suyos y él personalmente pinta las muñecas Lupita. Tiene una línea exclusiva de Lupitas que están adornadas con joyas y otros adornos.

Carlos y sus hijos crean muchas otras piezas: esqueletos, máscaras, animales, etc.

Las obras de Carlos se exhibieron en Italia en 2010, Portugal en 2011, Japón en 2012 y Francia en 2013. En 2013, también participó en el proyecto "Mi Muñeca" en Guadalajara, Jalisco, donde los artistas pintaron y decoraron muñecas todas del mismo tamaño y Luego los exhibió en una galería. En esta misma muestra incluyeron muñecos pintados por artistas del Lago de Chapala, Jalisco que estuvieron en exhibición en el Ayuntamiento de Chapala el 7 de marzo de 2014.

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