En el mundo de la talla en miniatura, José Abraham Ruiz se destaca como un maestro que aprendió su arte de la mano de su famoso padre, Don Roberto Ruiz (1928-2008), quien figura en la biblia del coleccionista de arte popular, "Grandes Maestros de la Arte Popular", publicado por Fomento Cultural Banamex.

Roberto Abraham (a la izquierda) junto a su hermano, José Manuel Ruiz Salazar, han dedicado su vida a seguir siguiendo los pasos de sus padres –maestros mismos-, transforman materiales naturales en preciosas y minúsculas figuras. Son hijos del Gran Maestro Don Roberto Ruiz, famoso por sus miniaturas de arte óseo y considerado uno de los artistas populares más importantes del México moderno. Al momento de su muerte, Don Roberto había realizado más de 4.000 obras de arte.

El hueso esterilizado de ganado es el material elegido para la creación de los angelitos, de las imágenes religiosas, así como de las calaveras y esqueletos. El hueso se trabaja seco, sin agua ni humectantes. Se compra a los carniceros o se encuentra en la calle. Sus herramientas son los ojos, las manos, la paz y mucha creatividad, aunado a pequeños taladros, brocas, espátulas, sierras de joyero, pinzas, pulidores, etc.

La técnica utilizada se basa a la presión y desgastando el material. Después de hervir, los huesos se cortan en pedazos y luego se limpian a fondo. Luego se pulen con mucha fuerza para eliminar las imperfecciones que puedan tener.

Los primeros cortes se hacen con taladros diminutos o ruedas de esmeril. Luego comienza el trabajo de recortar y quitar las áreas de material que no pertenecen a la figura. Para esto, se utilizan varios pedazos de varios tamaños, generalmente delgados y finos.

Aprovechando la forma natural del hueso, el artista decide la figura que producirá. Puede ser una escena del campo, un animal u otra pieza delicada, que en ocasiones puede medir apenas dos centímetros.

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