Elena Bautista Pérez, Amatenango del Valle, Chiapas
Cerámica

Elena Bautista Pérez, Amatenango del Valle, Chiapas

Amatenango del Valle, Chiapas, es una comunidad de habla tzeltal (maya) ubicada en la Carretera Panamericana cerca de San Cristóbal de Las Casas. Amatenango, conocida como “La Capital de la Alfarería de Chiapas”, donde las artesanas locales exhiben y venden sus trabajos bajo arcos cubiertos o desde sus casas o talleres en el pueblo. Históricamente, el conocimiento necesario para producir la cerámica única de Amatenango se ha transmitido de madre a hija durante generaciones.

Doña Bonifacia Pérez López aprendió el arte de su madre cuando era niña. Se casó con Alberto Bautista Gómez, un hombre talentoso. Don Alberto comenzó a hacer figuras de jaguares y usó jaguares para decorar las tradicionales tinajas de agua de Amatenango. La cerámica hasta ese momento había sido dominio de las mujeres, y los hombres que trabajaban en el campo ayudaban a pintar las piezas, pero Don Alberto rompió el molde y comenzó a trabajar con barro, además de pintar las figuras. Tenía mucho talento y su trabajo era increíble. Su obra es reconocida en el libro Grandes Maestros del Arte Popular publicado por Fomento Cultural Banamex. Su esposa, Doña Bonifacia, trabajó con él y también enseñó a su hijo Ramón y a sus hijas Elena y Luisa.

El hijo de Doña Bonifacia, Ramón, pintó el primer jaguar negro con pintura acrílica. También mostró el mismo talento que su padre, pero lamentablemente falleció cuando aún era joven. Su viuda, Teresa, continúa con su estilo de trabajo.

Elena heredó el talento de sus padres y hace un trabajo maravillosamente único. Es una de las mejores escultoras de Amatenango, pero se queda tranquilamente en casa con su madre trabajando principalmente para coleccionistas. Luisa, su hermana menor, vive en la misma casa y ayuda en la producción y generalmente se dedica a la pintura.

La Feria es un orgullo tener a Elena y su madre en la Feria, es especial porque normalmente no viajan a vender. Mostrarán sus obras más conocidas, como monos, caballos, iguanas, jabalíes, cestas con pájaros y, por supuesto, las famosas vasijas y jaguares que aún se elaboran al estilo de Alberto Bautista. Su trabajo depende del gusto de sus clientes, las piezas se dejan en su color natural o se pintan con pigmentos naturales o pinturas acrílicas. Elena y su madre han sido premiadas en el concurso estatal Fray Bartolomé y su obra aparece en las colecciones de muchos coleccionistas.

Avenida de las Casas S/N

Amatenango del Valle, Chiapas

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