El barro negro es una artesanía que ha dado fama a Oaxaca. Los grupos indígenas y muchas de sus tradiciones culturales prehispánicas aún persisten como lo refleja la abundante producción alfarera en sus comunidades, en la que se aprecian distintos niveles de conocimiento, técnica, interpretación y uso como cerámica utilitaria, ceremonial y ornamental.

Adelina Pedro Martínez nació en 1963 en San Bartolo Coyotepec, en el valle de Oaxaca, ubicado a ocho kilómetros de la ciudad de Oaxaca. Es de ascendencia zapoteca y su arte de barro negro representa su identidad indígena. Habla español además de la lengua nativa de sus antepasados.

El método de elaboración del barro negro es un método tradicional prehispánico que utiliza dos placas de barro cóncavas, una de las cuales sostiene a la otra hacia abajo. Una pieza puede tardar entre 20 y 30 días en completarse, dependiendo de lo elaborada que sea. El barro negro se extrae de un lugar cercano al pueblo y se prepara especialmente. Antes de hornear una pieza, se seca al sol durante cuatro días, luego se aplican las decoraciones y se seca otros cuatro días. Cuando se hornea, la arcilla adquiere el color negro metálico que ha hecho famoso al barro negro.

Para Adelina, trabajar con el barro le aporta paz, le ofrece una voz como mujer y le permite mantener viva la herencia de la que se siente tan orgullosa. Una vez concluidas las tareas del hogar, se refugia en su taller para dar vida a sirenas, ángeles, pájaros y otras criaturas de su imaginación.

Zaragoza #3

San Bartolo Coyotepec, Oaxaca

(2024, pasado)