Pascuala Vázquez Hernández (Mujeres Tejedoras de Zinacantan)
Pascuala es una tejedora de Zinacantán, Chiapas. Aprendió a tejer en un telar de cintura cuando tenía doce años, enseñada por su madre y su hermana. Esta es una técnica prehispánica que se sigue utilizando sin mayores cambios a lo largo de los siglos.
La gente de Zinacantán prefiere ser una comunidad cerrada. Al igual que otras comunidades indígenas de esta región, se les puede identificar por la ropa que visten: en este caso predominan los distintivos morado, azul y rosa. Toda la ropa que visten está hecha a mano localmente. La lana de las ovejas, la limpieza, los tintes y el tejido se hacen "en casa": nada se compra externamente. Las ovejas son sagradas aquí: son tratadas, protegidas y lloradas cuando fallecen como cualquier otro miembro de la familia. Si conduce por esta región, tome precauciones extremas con las ovejas que pueden cruzarse en la carretera.
La ropa que tejen los hombres y mujeres de Zinacantán tiene colores muy vivos que cambian de temporada. Durante mucho tiempo, el color principal fue predominantemente un rosa mexicano intenso. Actualmente se utilizan tonos más tenues, especialmente el negro, el verde oscuro y el azul oscuro.
Una de las prendas más espectaculares que se hacen en Zinacantán es el huipil de matrimonio llamado k'uk'umal chilil o "huipil emplumado". En la parte inferior, se adjuntan plumas de gallinas blancas. Este es estrictamente un vestido ceremonial usado exclusivamente para bodas
Pascuala ha logrado organizar una cooperativa de 20 mujeres, muchas de ellas familiares, para trabajar juntas para ahorrar gastos y dar tiempo a las madres para hacer su trabajo normal. en el hogar mientras ganan dinero para traer a sus hogares al mismo tiempo. También han publicado un libro, “Revelaciones del Arte Popular Mexicano”.