Juan Vázquez Menor
Aunque son piezas únicas, únicas, la mayoría de los compradores mexicanos, a diferencia de los extranjeros, siempre regatean para pagar menos por la tetera bule o guaje (calabaza) o uno que está finamente pintado por dentro y por fuera por el maestro Juan Vázquez Menor de Temalacatzingo, Guerrero.
Hasta ahora, los chinos no han podido reproducirlos porque no se pueden usar máquinas. Las calabazas son cortadas, pulidas y pintadas a mano, con pinturas naturales hechas con plantas y minerales recolectados de la naturaleza. Juan dice: “Si hubiera una máquina para hacer trabajos como el mío, todo sería más fácil. Pero esto es arte, cada uno es único hecho con las manos de mi familia y no puede ser reproducido por una máquina”.
El trabajo de Juan es un patrimonio familiar. Reconoce que la generación más joven no quiere seguir la forma tradicional de pintar las calabazas. Puede ser desalentador para padres como Juan, porque sus hijos quieren irse a Estados Unidos a buscar una vida mejor y no aprecian las artesanías tradicionales de sus padres. Es la peor desgracia para un artesano campesino.